domingo, 14 de febrero de 2021

Menem despolitizó la política y el peronismo en Salta

 

Cavallo (min economía) y Ménen, en los '90

Quedará siempre el gran esfuerzo político de Néstor Kirchner como ejemplo definitivo del  rescate de una fuerza que el menemismo había puesto frente al abismo de la disolución. El menemismo fue el intento más decidido para destruir al peronismo en sus antagonismos históricos.

Menem despolitizó la política y el peronismo en Salta. En este momento de cambio y re organización del Partido Justicialista en Salta, es fundamental que reflexionemos sobre los estragos de diez años de neoliberalismo en la provincia. 

Su carisma degradó al conductor político inaugurando la era de los políticos pop, similares a las estrellas de cine, los exitosos periodistas, cantantes, y deportistas haciéndoles creer que pueden devenir en estadistas. 

La debacle de su política económica merece un análisis central. En el primer día de su gobierno hizo un giro de las promesas de su campaña prometiendo “salariazo” y “revolución productiva”. Implementó  un programa económico diseñado por el grupo Bunge & Born, puso un tipo de cambio alto que beneficiaba a los sectores concentrados de la economía y perjudicaba a las clases media y pobres;  privatizó todo lo que pudo y convirtió deudas privadas en deudas públicas. Negoció con los acreedores externos a costa de la inversión para el desarrollo productivo.  

En el PJ Salta nos debemos pensar sobre los impactos de esas medidas económicas en la provincia. ¿Quiénes se hicieron muy muy ricos en la provincia?

Calos Menem, 2021

Aquí para pensar y posicionarnos. 


Fuente: Antonio Gutiérrez, psicoanalista, Salta. 
https://www.facebook.com/antonio.gutierrez.520 

Quisiera creer que Carlos Menem, como muchos políticos, sobre todo argentinos, fue un hombre sin más formación que no fueran su profesión de abogado y su apego político a los análisis demasiado domésticos de las cosas, un hombre que quizá por esos motivos creyó, en su momento, que el neoliberalismo podía venir a promover las fuerzas productivas del país, desatar inversiones generadoras de trabajo y progreso. Pero en el mejor de los casos (y si él estaba realmente convencido de ello), se equivocaba. Se dejó llevar por los cantos de sirenas y cayó en la trampa. Otros piensan en cambio que fue consciente de todo el daño que provocaría. Lo cierto es que el menemismo vino a completar, en lo económico y social, la labor iniciada por la criminal dictadura militar que se dedicó durante 8 años a barrer la cancha (a matar a los opositores políticos e intelectuales), para que no hubiera moros en la costa y para que las hordas mafiosas neoliberales pudieran entrar a sus anchas y apropiarse de todo lo apropiable. A la labor iniciada por Martínez de Hoz durante el "proceso militar", le siguió la del menemismo con la liquidación del Estado, la venta de las empresas públicas, la destrucción de la educación pública, el cierre de los ferrocarriles, etc. Y como si eso fuera poco, arribó el gobierno macrista, una banda de delincuentes al servicio de las mafias económicas-financieras, para que el saqueo y la destrucción se llevaran hasta el final. Lo que hubo, después de esas aventuras nefastas, no fueron ni mayores inversiones, ni eficiencia, ni crecimiento, sino atraso, decadencia, rotura del tejido social, aumento de la marginalidad y la pobreza, exclusión, empobrecimiento.



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