Menem y Pinochet Indultó a los comandantes condenados por los crímenes de la dictadura |
Consolidó el modelo económico de la dictadura: destrucción del viejo modelo económico de desarrollo industrial por vía de políticas de sustitución de importaciones, y el comienzo de un modelo basado en una globalización financiera y corporativa que subordinó el papel del Estado al control del interés del capital concentrado de las corporaciones nacionales e internacionales.
Ejecutó el Plan de Convertibilidad; llave maestra con la cual el Estado renunció a tener política cambiaria y subordinó su política monetaria al flujo financiero que provenía del exterior.
Privatizó todos los servicios, las empresas, las rutas y hasta YPF.
Privatizo las jubilaciones inventando la estafa obligatoria de las AFJP.
En dic de 1990 indultó a los comandantes condenados por los crímenes de la dictadura. Algunos ya condenados en la presidencia de Alfonsín, por crímenes de lesa humanidad, como Camps; Richieri y Firmenich, líder de la organización Montoneros. (Decreto 2742/90)
Intentó tirar abajo la Ex ESMA para hacer un 'parque de la reconciliación'.
Nunca pagó por su responsabilidad en el encubrimiento del atentado contra la AMIA-DAIA.
Estuvo involucrado en la venta secreta e ilegal de armas para sustentar guerras en Botnia y Croacia y en la explosión de la fábrica de Río Tercero que voló todo el pueblo en 1995 donde murieron 7 personas y más de 300 fueron heridas.
Vendió los ferrocarriles, cerró ramales y condenó a muerte a miles de pueblos.
Inventó las relaciones carnales con EE.UU. y el paraguas para las Malvinas.
Durante su gobierno no pudo esclarecerse la muerte de su propio hijo en un supuesto accidente de helicóptero, y el asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas en Pinamar.
Durante sus dos gobiernos, se ocupó de completar la tarea, en el plano económico, de lo que había empezado la última dictadura a través del ministro José Alfredo Martínez de Hoz.
Desmanteló lo que quedaba del estado de bienestar cimentado durante el peronismo y lo hizo a través de las privatizaciones del servicio de agua, gas y electricidad, de las comunicaciones y medios públicos, de los ferrocarriles y de las jubilaciones.
Provocó la quiebra de la pequeña y mediana industria nacional, y favoreció a los capitales transnacionales concentrados.
Vendió el predio de Palermo a la Sociedad Rural, en 1991.
En Salta, prometió una base espacial para vuelos a Japón en 90 minutos.
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