Salta 13 de julio de 2020
Juan Carlos Bonete/// para CORRIENTE BELGRANIANA
1.- Se perdió un pajarito ¿Quién lo tiene? “¿Yo señor? sí, señor; no, señor; pues entonces quien lo tiene”…. comienza el cuento del Gran Bonete, donde nadie quiere tener la culpa, pero alguien la paga y siempre es el empobrecido. Tanto jugamos a este juego, que la gestión Sáenz no conforme con responsabilizar a los ciudadanos de su propia inconducta, nos relata que la línea de responsabilidades encuentra en su camino, además de los - Santos Patronos, el destino, la providencia - , también al Gran Bonete y de paso, se le culpa de nuestra compleja situación.
El economista, escritor, conferencista internacional, emprendedor, fundador de diferentes empresas y organizaciones, el colombiano Eduardo Alighieri, dice que “…uno de los primeros pasos que debes dar para cambiar tu realidad es: Dejar de culpar a los demás por las consecuencias de tus decisiones”.
En el Programa DE BUENA FUENTE del 13 de julio de 2020, el Coordinador de Enlace y Relaciones Políticas de la Provincia, Pablo Outes, cuestionó la gestión provincial anterior por la deuda que le dejaron a la Provincia "Es una pillería dejar deuda para que pague el que sigue, como hizo Urtubey".
Si decidieran ser protagonistas en lugar de víctimas…dejarían de perder el tiempo culpando a los demás, y tendrían las energías suficientes para diseñar un futuro digno que finiquite los índices paupérrimos que actualmente tiene Salta “la linda”.
Asumir responsabilidades: es la conducta prioritaria que debe asumirse, si se desea que un proyecto político provincial tenga éxito, y terminar con el mal hábito de culpar a los demás. Es dable resaltar que el pueblo salteño todavía sigue ignorando el modelo económico, político y social que el “saenzcismo” quiere instrumentar para desarrollar la estructura provincial. No puede continuar en una brumosa ambigüedad.
Es necesario aceptar que todo lo que sucede responde esencialmente al propio accionar político y social de la gestión gubernamental. Y cuanto antes se tenga conciencia de ello, mejor para la sociedad. Asimismo advertir de cierta inexorabilidad de la realidad, y que lo importante es cómo la afrontas, y qué haces con las consecuencias, es el gran desafío. Actualmente en el Gobierno Provincial es común culpar a los demás y a cualquier factor externo:…al clima, a la mala suerte, a la crisis, al gran Bonete…etc.
2.- Aceptar la responsabilidad:
En ciertas ocasiones, como la que atravesamos, es verdad que algunos factores externos han incidido, pero culparlos de todo lo que nos pasa, es eludir la responsabilidad de gobernar. Es fundamental darse cuenta lo que está en la órbita de la gestión gubernamental y actuar para cambiar lo que sucede: es el desafío de la hora. Porque si lo que sucede sólo depende de los demás, estamos perdidos!
En lo personal, en más de una ocasión, seguramente, has culpado de lo que te pasa a los demás. A todos les ha sucedido, y es inevitable porque la mente intenta desvincularse de lo malo u horrendo, como una especie de protección hacia las agresiones externas y generalmente responde a nuestros miedos. Ahora bien, esto que ocurre en el ámbito personal, es posible en el Gobierno Provincial. Han pasado siete meses desde que se inició la gestión del Gobernador Sáenz y parece que lo realizado hasta el presente, ha deambulado por farragosos caminos donde afirman que se hizo “todo”, pero no se asume que hay cosas que no se hicieron bien o como correspondía instrumentarlas.
Sabemos que resulta muy difícil aceptar que nos hemos equivocado o que no estuvimos a la altura de las circunstancias. Pero esta actitud no es posible para un Gobierno!
El problema de esta actitud gubernamental, es que al final podrían creerse las propias mentiras y de esa forma es imposible superarse. Cuando aceptamos la realidad al 100%, es cuando tomamos consciencia realmente de lo que somos, de nuestras limitaciones pero también de nuestro poder para impedir que algo similar vuelva a sucedernos.
¿Por qué tiene esta actitud el Gobierno Provincial?
Si miramos hacia atrás y somos lo suficientemente honestos para reconocer los errores o que no hicimos todo lo que teníamos a nuestro alcance, es cuando estaremos capacitados para alcanzar el éxito. En una ocasión escuché que uno no es un fracasado, hasta que comienza a echarle la culpa a los demás. No sé si esta frase está cargada de razón al 100% pero lo que sí es seguro es que culpar a los demás no es el camino.
La “personalidad” juega un papel fundamental a la hora de corregir estos comportamientos. Porque para alguien muy orgulloso, que no acepta sus errores, es muy difícil la corrección. Nadie espera que lo digan abiertamente, pero la mayoría de los salteños que votaron al gobierno, en su interior, pretenden que los funcionarios adviertan que culpar a los demás no es justo y que encima no les ayuda en nada. Reconocer la propia responsabilidad es una señal de valentía y de madurez. Alguien que afirma no equivocarse nunca, no es una persona fiable.
Seguramente han escuchado alguna vez la frase: «Si alguien te engaña una vez, la culpa es de él. Si te engaña una segunda vez, la culpa es tuya». Muchas veces no tenemos la culpa de que alguien haga mal su trabajo, o nos engañe, pero si nos olvidamos de nuestra parte de responsabilidad, la culpa también será nuestra. Mejorar es un reto y requerirá de esfuerzo.
Si no se obtienen los resultados que se desean, pero se continúan realizando las mismas acciones, los resultados serán idénticos.
Estar a la altura… ¿Yo señor? Sí, señor; no, señor…… el cuento del Gran Bonete.
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